En octubre de 2025, el equipo de FORLIANCE viajó a Durango para realizar una visita detallada a los ejidos que forman parte del XiCO₂: Durango Forest Project. El objetivo fue claro: fortalecer alianzas de largo plazo, revisar avances operativos directamente en campo y acompañar la entrega formal de los cheques correspondientes a los ingresos por carbono destinados a las comunidades participantes.
En varios ejidos —incluyendo Pueblo Nuevo— la visita mostró cómo una gobernanza sólida, mecanismos transparentes de distribución de beneficios y operaciones lideradas localmente están generando impactos medibles en el clima y en el bienestar comunitario, a escala de paisaje.
La entrega de los cheques no fue un acto simbólico; es el resultado de meses de trabajo conjunto, monitoreo constante y los propios sistemas de gobernanza de los ejidos.
Cada comunidad gestiona los ingresos a través de su Fondo Común, siguiendo un proceso documentado de solicitudes y aprobación supervisado por la Comisión de Vigilancia. La visita permitió a FORLIANCE y a las autoridades ejidales revisar de manera conjunta cómo operan estos mecanismos en la práctica.
Las conversaciones con las y los habitantes hicieron tangible el impacto: los ingresos generados por el XiCO₂: Durango Forest Project están ayudando a reducir esfuerzos manuales, estabilizar ingresos cuando el mercado maderero fluctúa y financiar herramientas e infraestructura que fortalecen el uso sostenible del territorio. Estos beneficios aumentan la resiliencia local y reducen la presión sobre el bosque, un elemento clave para la permanencia del carbono.
Con casi 238,000 hectáreas, Pueblo Nuevo opera un sistema forestal a escala de jurisdicción. Administrar un territorio más grande que Luxemburgo exige mucho más que planeación técnica: requiere continuidad institucional, liderazgo comunitario fuerte y capacidad operativa confiable.
El equipo revisó:
Además del rigor técnico, destacó la forma en que estas actividades están integradas en sistemas de gestión comunitaria. Es acción climática basada en instituciones locales.
Un indicador clave de avance es el crecimiento de los roles técnicos dentro de los ejidos. Equipos de inventarios, brigadas contra incendios, patrullas de riesgo y tareas de monitoreo están siendo ejecutadas cada vez más por miembros de la comunidad, quienes reciben capacitación formal. Esto genera empleo estable y retiene conocimiento institucional.
“Empecé como auxiliar de la jefatura de brigada, y hace tres meses me promovieron a jefa de brigada. He trabajado mucho para llegar hasta aquí.”
— Jazmín González, Pueblo Nuevo
Su historia refleja una tendencia más amplia: el XiCO₂: Durango Forest Project no solo protege bosques; también impulsa la formación de capacidades que fortalecen la permanencia del proyecto.
A principios de 2024, los ejidos formalizaron su Comisión de Vigilancia, un órgano interno encargado de supervisar el uso de recursos, revisar actividades del proyecto y garantizar decisiones transparentes y bien documentadas.
Durante la visita, integrantes de la Comisión compartieron cómo esta estructura ha:
Una gobernanza sólida es uno de los mayores activos del XiCO₂: Durango Forest Project: protege el proyecto ante cambios de liderazgo, presiones externas y volatilidad del mercado.
La visita de octubre demostró que el XiCO₂: Durango Forest Project está madurando hacia un modelo de manejo forestal comunitario respaldado por financiamiento de carbono.
La entrega de los ingresos fue un hito visible, pero la verdadera fuerza está en los sistemas que lo sustentan:
En conjunto, estos elementos refuerzan la resiliencia a largo plazo de los bosques en Durango y aseguran que los beneficios climáticos permanezcan estrechamente vinculados con las personas que los protegen.
Integrantes del ejido Pueblo Nuevo reciben los ingresos generados por el XiCO2: Durango Forest Project, destinados a proyectos comunitarios seleccionados a través del Fondo Común.
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