A medida que se endurecen los objetivos de emisiones netas cero y se amplían los mecanismos de fijación de precios al carbono, las empresas deben adaptarse a un panorama regulatorio en constante cambio. Herramientas como los impuestos al carbono y los sistemas de comercio de emisiones (ETS) impulsan la transformación hacia economías bajas en carbono, al tiempo que ofrecen flexibilidad estratégica.
Marcos internacionales como el Artículo 6 del Acuerdo de París y CORSIA para la aviación permiten incorporar créditos de carbono en las estrategias de descarbonización. Estos mecanismos no solo son útiles, sino esenciales para alcanzar las metas climáticas de forma rentable y a gran escala.
Dado que la oferta de créditos elegibles sigue siendo limitada, las soluciones basadas en la naturaleza (Nature-Based Solutions, NBS) están asumiendo un papel crucial: aportar un impacto climático real mientras ayudan a las empresas a adelantarse a la creciente presión regulatoria.
Los instrumentos de fijación de precios al carbono asignan un costo económico a las emisiones de gases de efecto invernadero, incorporando el daño ambiental en las decisiones empresariales. Para los gobiernos, son una herramienta de mercado que incentiva la reducción de emisiones al menor costo posible: empresas y consumidores disminuyen emisiones si es más barato que pagar el precio del carbono. Como explica Axel van Trotsenburg, director senior del Banco Mundial, la fijación de precios del carbono “ayuda a los países a reducir emisiones, aumentar ingresos internos… y estimular el crecimiento verde y la creación de empleo” (carboncredits.com).
En la práctica, existen dos enfoques principales:
En ambos sistemas, los créditos de carbono funcionan como un mecanismo de flexibilidad. Representan reducciones o absorciones de emisiones realizadas fuera de los sectores regulados o en otros países, permitiendo cumplir obligaciones de forma más rentable.
Para mediados de 2025, habrá 80 sistemas de fijación de precios (43 impuestos y 37 ETS) que cubrirán aproximadamente el 28 % de las emisiones globales, frente al 24 % del año anterior: el crecimiento más rápido registrado (Banco Mundial, Sustainability Mag). Sin embargo, más del 70 % de las emisiones siguen sin precio, especialmente en sectores y mercados emergentes.
La conclusión es clara: las empresas que operan a nivel global no pueden depender únicamente de la regulación para gestionar su huella de carbono. Establecer precios internos al carbono y usar créditos estratégicamente sigue siendo clave para mitigar riesgos y aprovechar oportunidades en una economía baja en carbono. Además, a medida que maduran los mercados de cumplimiento, se eleva el estándar y el precio de los créditos voluntarios, lo que convierte el involucrarse temprano en una ventaja competitiva.
La fijación de precios del carbono a nivel nacional no basta para alcanzar el objetivo de emisiones netas cero. Para reducir emisiones de forma rentable a escala global, los países necesitan herramientas de cooperación, y ahí entra en juego el Artículo 6 del Acuerdo de París. Este mecanismo permite a los países –y en algunos casos a empresas autorizadas por sus gobiernos– intercambiar créditos de carbono entre fronteras y contabilizarlos en sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC). Bien implementado, puede movilizar financiamiento, acelerar la mitigación donde sea más económica y apoyar el desarrollo sostenible.
El Artículo 6 se divide en dos mecanismos principales:
El concepto de ajuste correspondiente es clave: garantiza que una reducción de emisiones solo se contabilice una vez. Sin este paso, los créditos pueden usarse en el mercado voluntario, pero no para metas oficiales ni sistemas regulados.
Aunque en teoría el Artículo 6 abre un mercado global de carbono que podría ahorrar miles de millones y aumentar la ambición climática, su implementación avanza lentamente. Pocos países tienen procesos claros de aprobación, y muchos son cautelosos ante la posibilidad de exportar créditos que podrían necesitar para sus propias NDC.
Aun así, hay líderes en la materia: Suiza ya firmó más de una docena de acuerdos bajo el Artículo 6, con países como Ghana, Tailandia, Senegal y Perú, y realizó la primera transacción real de ITMOs (1.916 desde Tailandia). Japón, Suecia, Noruega y Singapur también avanzan con alianzas estratégicas, sentando las bases para que el mercado internacional de carbono pase de la teoría a la práctica.
La aviación es el primer sector con compensación obligatoria bajo el marco global de CORSIA, que exige a las aerolíneas compensar las emisiones que superen el 85 % de los niveles de 2019 mediante créditos de carbono elegibles.
Aunque CORSIA aplica solo a la aviación, marca una tendencia más amplia: es probable que otros sectores enfrenten obligaciones similares a medida que los países busquen cumplir sus NDC y activen los mecanismos del Artículo 6.
Con criterios estrictos de elegibilidad y precios en aumento, CORSIA subraya la creciente importancia de contar con créditos de alta calidad y listos para el cumplimiento, algo que las empresas con visión de futuro ya consideran en sus estrategias climáticas.
Los créditos de carbono de alta integridad ya no son un “extra” opcional: se han convertido en una herramienta estratégica, especialmente porque la mayoría de los sectores aún no están bajo sistemas de cumplimiento, pero probablemente lo estarán conforme avance la regulación.
A medida que los países anfitriones fortalezcan sus procesos de autorización en el marco del Artículo 6, se espera un aumento en la oferta de créditos elegibles. Sin embargo, en la aviación la competencia y los plazos estrictos podrían generar escasez y alzas de precios a corto plazo. Para las empresas fuera del sector aéreo, este es el momento de involucrarse, ganar experiencia y asegurar acceso antes de que lo “voluntario” se convierta en obligatorio.
Las soluciones basadas en la naturaleza (Nature-Based Solutions, NBS) ofrecen mucho más que captura de carbono: generan beneficios medibles para la biodiversidad, las comunidades y la reputación corporativa. Pero su verdadero valor radica en su papel estratégico dentro de los mercados de carbono del futuro.
Proyectos como XiCO₂e: Durango Forest Project de FORLIANCE en México muestran cómo las NBS de alta integridad pueden diseñarse para alinearse con mecanismos internacionales de cumplimiento como el Artículo 6 y CORSIA. Aunque muchos países aún están estableciendo sistemas para autorizar la exportación de créditos, las empresas que actúan temprano pueden ayudar a impulsar la demanda y desbloquear financiamiento para proyectos.
Acceder a estos mercados premium exige más que un diseño sólido del proyecto. Las empresas deben tener en cuenta:
Aun así, los acuerdos de compra anticipada (offtake agreements) y las alianzas a largo plazo pueden acelerar la implementación, reducir el riesgo de inversión y asegurar el acceso a créditos de alta calidad y potencialmente elegibles para cumplimiento. Para empresas que buscan adelantarse a la presión regulatoria, invertir ahora —en lugar de reaccionar después— puede asegurar valor y liderazgo.
Aunque los mercados de cumplimiento crecen, alrededor del 72 % de las emisiones globales siguen sin precio. Para la mayoría de las empresas, la acción climática voluntaria continúa siendo la vía más rápida y flexible.
Un enfoque estratégico para los compradores voluntarios incluye:
Esto no es solo responsabilidad climática, sino también gestión de riesgos. Las empresas que actúan ahora con estrategias voluntarias creíbles reducen su exposición a cambios regulatorios, aumentos de precios y escasez de oferta.
FORLIANCE conecta los mercados voluntarios con los de cumplimiento emergentes mediante:
Nuestro objetivo: hacer que la adquisición de créditos de carbono sea menos riesgosa, más transparente y totalmente alineada con las necesidades estratégicas de su negocio.
Para las aerolíneas y demás empresas sujetas a CORSIA, los plazos son claros y no negociables. Con una oferta limitada de créditos elegibles en el corto plazo, actuar de forma anticipada es clave para asegurar acceso y controlar la exposición a costos.
Para las empresas en el mercado voluntario, la urgencia es similar. Los acuerdos de compra anticipada reducen riesgos de financiamiento, envían señales claras de demanda y garantizan acceso a créditos de alta calidad, reforzando al mismo tiempo el liderazgo climático corporativo.
Las soluciones basadas en la naturaleza siguen siendo una de las herramientas más atractivas disponibles:
Si su empresa está evaluando rutas de acción climática —ya sea fijación de precios al carbono, compensación voluntaria o adquisición alineada con mecanismos de cumplimiento—, este es el momento de dar el paso. En FORLIANCE lo acompañamos para pasar de la intención a la acción, con credibilidad, estrategia y resultados medibles.
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